No hay paisajes feos en el condado de Lake, Colorado, situado entre los picos más altos en el estado.
La belleza y abundancia de las montañas colorea todo aquí. Pero también es el lugar de largos inviernos y cambios de fortuna. Desde el siglo XIX, docenas de minas han agujereado el paisaje de las Montañas Rocosas. Cuando las minas cerraban, en una historia que es familiar a los pueblos mineros del país, los establecimientos otrora vibrantes, desaparecían.
Desde el 1915, miles de personas en el condado trabajaron muy duro en la mina Climax, desde donde se extraía y procesaba el molibdeno, un elemento utilizado para fortalecer el acero.
“Climax fue la mejor mina de molibdeno en el mundo”, dice Howard Tritz, un exempleado que ya cuenta con 83 años. Pero en la década del 1980, la mina estaba enfrentando dificultades. Las personas eran despedidas periódicamente, y algunas fueron forzadas a abandonar sus hogares. Cuando la mina cerró en el 1995—no reabrió hasta el 2012—alrededor de 3,000 personas habían perdido sus trabajos en el lento pero devastador cierre de Climax.